La historia de Yanina Ávila, de empleada Municipal a estrella de Netflix.
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Yanina Gabriela Ávila, de 30 años, vive en 25 de mayo un pequeño pueblo del interior de Misiones, y supo con la tenacidad de las luchadoras abrirse camino, para batallar por ella misma y sus dos hijos. Se desempeña como empleada municipal en su localidad, y aunque muchas veces el sueldo no alcanza, no baja los brazos y sigue confiando que vendrán momentos mejores.
Dueña de un gran talento y carisma, confiesa que, aunque nunca estudió teatro siempre tuvo el sueño de poder actuar e interpretar historias de otras personas, pero que no llegó siquiera a imaginar que ese sueño se haría realidad, por lo cual hoy cree firmemente en que “no hay que dejar de luchar por lo que se quiere”.
La primera oportunidad de actuar le llegó en el año 2016 cuando en uno de los salones del Centro Integrador Comunitario (CIC), donde ella trabaja en el área de limpieza, se realizó el casting para el personaje de una madre sumida en la pobreza que entrega a su hijo recién nacido a un matrimonio de Buenos Aires, recuerda que una compañera, la alentó a probar porque conocía su gusto por “jugar a actuar”.
Aunque al principio no quería porque le daba vergüenza, se animó, e inesperadamente obtuvo el papel, así fue como debuto en el cine en la película Una especie de familia, de Diego Lerman que se filmó en misiones y se estrenó en septiembre de 2017, interpretación que la llevó a obtener el premio Sur como mejor actriz revelación femenina.
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Al finalizar las grabaciones para la película dirigida por Lerman, Ávila retomó su vida cotidiana en su pueblo. Unos años después, a través de un contacto de la realizadora audio visual Macarena Czernecki, recomendada por su lucimiento en la interpretación en el film una especie de familia, el productor Sebastián Schindel le ofreció trabajar en su película.
A finales del año 2019 viajo a Buenos Aires para grabar Crímenes de Familia, estrenada en Netflix en el 2020, la película es una historia de suspenso basada en hechos reales, en la que Yanina encarna el papel de Gladys, una empleada doméstica cama adentro, llegada del interior de Misiones a la gran Ciudad Porteña, y tomó un rol protagónico que se compenetra en los corazones de los argentinos.
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Desde entonces siente estar viviendo un cuento de hadas, afirma haber disfrutado mucho de la experiencia, de haber compartido con grandes actores, se siente privilegiada y muy agradecida, más en esta ocasión en la que pudo compartir con su hijo menor, que también actuó en la ficción como hijo de Gladys.
Este año fue nominada en los premios platinos Iberoamericanos en la categoría de Mejor Interpretación femenina de Reparto por su papel en Crímenes de Familia, “me sentí muy feliz al enterarme que estaba nominada, como así también por las repercusiones que tuvo mi papel y la propia cinta en todo el mundo, el cine me ha permitido vivir momentos muy lindos”.
Aunque más allá del reconocimiento de su nombre, su vida habitual no cambió mucho, “sigo trabajando en la municipalidad desempeñándome en mis labores de limpiar baños y oficinas”. Yanina confía que Dios le brindará más oportunidades y vendrán nuevas propuestas para seguir trabajando de lo que le gusta.
Se define como una chica de pueblo sencilla y es desde ese lugar que actúa, “aunque todos pensaban que tenía experiencia en teatro todo lo que me salía era naturalmente, y doy gracias a Dios por ese Don” asiente, hoy su deseo es estudiar y formarse para dedicarse por completo a su nuevo oficio, actuar.
Por Magali Sanabria
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