27 de octubre
Después de años de postergación las tareas de cuidado son consideradas un trabajo y consecuentemente recibirán su compensación previsional.
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A diario millones de mujeres en nuestro país trabajan dentro de sus hogares. Tareas fundamentales para el desarrollo de la sociedad, entre ellas mantener el hogar limpio, cuidar de sus hijos y enviarlos a la escuela, comprar y preparar alimentos entre tantas otras labores que requieren de una dedicación continua. Los quehaceres domésticos convenientemente así llamados, eludiendo históricamente la dimensión económica que implica la categoría de trabajo, disimulando así una gran injusticia.
Las razones están expuestas, ahora la cuestión es tomar la decisión de hacer algo por esta franja que estuvo olvidada mucho tiempo. Es usual escuchar entre propios y extraños de estas mujeres “vos no trabajás, estás todo el día en la casa”. A raíz de esto ANSES decidió reconocer aportes y sumar tres años de servicios previsionales por cada hijo y cada licencia por maternidad, esto permite que la jubilación llegue a más mujeres.
El programa equipara las tareas de cuidado como un trabajo, además contribuye a la reducción de la brecha de género y 155 mil mujeres estarían en condiciones de acceder al mismo. Representa la reivindicación de una de las luchas históricas del movimiento de mujeres.
La inserción en el mercado laboral es más difícil para mujeres que para varones y por eso el 44 por ciento de mujeres en edad jubilatoria no pueden adherir a un beneficio previsional. Las tareas de cuidado no remuneradas representan una de las razones que dificultan el ingreso de las mujeres al mercado laboral formal y luego, su inclusión en el sistema previsional. Según los últimos datos del INDEC del año 2013, la mayor carga de trabajo doméstico no pago recae sobre las mujeres en un 76 por ciento y 24 por ciento en hombres.
Mujeres a cargo de hogares enfrentan una peor incorporación laboral, dado que soportan mayores niveles de informalidad, mayor inestabilidad y salarios más bajos.
SACRA: Treinta y cuatro años ayudando a las amas de casa
Ilda Groso trabaja hace 32 años en el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA), con sus 83 años relata cómo llegan a cada mujer con el asesoramiento para poder percibir la Jubilación por Tarea de Cuidados, “la jubilación abarca a mujeres desde 60 años, donde en muchos casos, se encuentran destruidas por las labores en la chacra, más el cuidado de la casa y sus hijos, además muchas de ellas están enfermas”. En el interior de la provincia las comunicaciones llegan a través de la difusión de las delegaciones con las que cuentan. Además brindan asistencia por parte de abogados, ya que muchas de estas mujeres necesitan ayuda principalmente por violencia de género, siempre están bregando por los derechos de las mujeres y –justamente‑ esa es la meta.
La jubilación reivindica las tareas del hogar y por esta razón Ilda comenta: “muchas veces ni los propios hijos, ni el marido valoran la ocupación de la mujer en el hogar, vino de parte de una decisión política”.
Respecto al trámite jubilatorio el SACRA colabora con las mujeres para reunir todos los requisitos y consecutivamente se arma la carpeta para su evaluación y posterior aprobación por parte de ANSES.
Decisión y sensaciones
La decisión de jubilar por Tareas de Cuidado era impensada, Ilda relata: “es uno de los logros más ansiados, una lucha conquistada, dado que atañe a tantas mujeres que estaban esperando esto, porque no tienen otro medio y este es un gran beneficio”.
Después de todos los trámites y la espera, al fin llega la respuesta y la comunicación a estas mujeres que durante toda su vida cuidaron su hogar y además –muchas de ellas‑ trabajaron en la chacra. Ilda cuenta cómo reciben la noticia de que van a cobrar la jubilación “ diría que todas se emocionan, ya que de no tener nada a recibir esa plata, les brinda independencia económica, hubieron casos que se emocionaron hasta las lágrimas, porque es inimaginables para ellas contar con su dinero, eso es algo muy grande” y agrega: “si bien la jubilación se da a raíz de una decisión de gobierno, las que lucharon por esto son las mujeres y el Sindicato de Amas de Casa siempre las acompañó”.
María Laura Rojas.
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